Educar es redimir / Cádiz
Todo proyecto educativo puede operar como una herramienta al servicio del Estado para arraigar sus contornos ideológicos. Educar es redimir aborda las mecánicas de la pedagogía en México durante las primeras décadas del siglo XX estableciendo, a su vez, una reflexión sobre su incidencia en el espacio público y en la monumentalidad visual del movimiento muralista.
Su título remite a la divisa que aparece en un conjunto escultórico ubicado frente al Centro Escolar Revolución de la capital del país, la primera escuela pública mexicana construida para la educación conjunta de niños y niñas.
Miguel Benjumea dirige nuestra atención a ese espacio que acogió la antigua cárcel de Belén y que hoy sigue operando como escuela y símbolo de los postulados revolucionarios. En el interior del centro, el mural Atentado a las maestras rurales (1936) de la artista Aurora Reyes –considerada la primera mujer muralista en México– ilustra una escena sobre la violencia ejercida sobre el profesorado femenino. Para ello, se recupera la imagen del boceto original para fragmentarla en 150 fotocopias, que componen el libro de artista y que permiten reproducir y desplegar el mural a una escala 1:1.
El libro únicamente puede ser leído a través de su ensamblaje, mediante la reproducibilidad de la fotocopia, como puede verse en el video que se proyecta en el interior de la sala expositiva, donde el artista hace un despliegue espacial sobre un muro frente a las playas de la ciudad de Cádiz. Una pieza portátil que invita a la deconstrucción de una estrategia plástica que actúa como instrumento ideológico y que cuestiona las lógicas uniformadoras de todo sistema educativo.